Creo que la primera vez que dije que quería ser escritora tenía nueve años, y acababan de hacerme la eterna pregunta, «¿y tú qué quieres ser de mayor?».
Mi respuesta exacta fue, si no recuerdo mal, «escritora y paleontóloga».
El segundo de esos objetivos quedó relegado al plano teórico cuando me di cuenta de que la paleontología tenía menos que ver con desenterrar dinosaurios que con pasar grandes periodos de tiempo excavando, a pleno sol, en grandes extensiones de tierra ubicadas en países lejanos. Así que sería escritora.
Aún estoy en ello. De momento, he publicado varios cuentos. La piel moteada es mi primera novela, aún no publicada. En la actualidad estoy escribiendo la segunda, Boatswain.
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Lo que oí desde el barril de manzanas 